... con un selfie.
Cada uno tendrá su particular y personal recuerdo tuyo.
Cada uno tendrá su particular y personal recuerdo tuyo.
Yo tengo muchos.
Principalmente, eras mi abuela del café.
¿Por qué? Simple.
Primera bisnieta y me compraste un juego de café
que siempre tenías listo cuando iba a verte.
También eras la abuela de los cuentos...
Como decía, cada uno tiene su recuerdo tuyo.
Aunque más que abuela, eras bisabuela, para ser correcta.
Y tatarabuela, para dar más detalle (dos veces).
Algo de lo que te gustaba mucho presumir...
¡y cómo para no hacerlo!
Me gustaba tu locura por los imanes de nevera,
tus historias de veranos en La Palma y
que siempre tuvieras una caja de
Ferrero Rocher escondida en algún lugar.
Coqueta y presumida como ninguna.
Tu corazón siempre tuvo un único dueño: Agustín.
Cuántos recuerdos llenaban tus ojos de lágrimas.
Cuántas historias contabas de él.
Como cuando vivíamos junto a ustedes
y yo, con apenas 4 años iba a peinarle por la noche.
Tuviste un momento de lucidez
en el que nos recordaste:
"Que no nos peleáramos y que fuéramos felices.
Que hiciéramos una fiesta con música y baile".
Sólo tú podrías hacer algo así.
Porque así te voy a recordar yo...
con ese selfie que nos sacamos hace algunos meses.
Porque así te recodaré siempre...
fuerte hasta el final.
Porque así te recodaré siempre...
fuerte hasta el final.
Porque así quiero recordarte... sonriendo.